En las últimas décadas se lleva poniendo en marcha un proceso mediante el cual, el niño se integra en la vida escolar. Son unos días (o un día, depende de cada colegio) en que los niños acuden menos horas, entran con los papás y las mamás, comparten un poco de tiempo con el resto de niños y con la profesora (o profesor) y se vuelven para casa.
Poco a poco se van quedando más tiempo solos (es decir, sin los papás) a medida que se distraen más y que todos se van conociendo.
Este
proceso finaliza cuando el niño asiste con normalidad al centro y lo considera
como una situación cotidiana en su vida; en él se regula su actuación en el
centro mediante unas referencias espaciales y temporales. Esto es conocido a
día de hoy como el periodo de adaptación y tiene una gran importancia en
aquellos niños que van a comenzar su etapa en educación infantil.
Actualmente
los niños que inician su etapa en infantil adquieren una preparación que gira
en torno al periodo de adaptación, el cual se considera muy importante hoy en
día y trae con él una serie de beneficios que veremos más detallados
posteriormente. Pero también, cabe destacar, que las generaciones de hace unas
décadas ( por ejemplo, la generación de nuestros padres) no recibió este tipo
de periodo de adaptación o sí lo tuvieron pero no de la manera en que la
conocemos hoy en día. Esto es así debido al cambio de mentalidad en la
sociedad, ya que , a día de hoy, se le da una mayor importancia al correcto
desarrollo e integración de los niños en edad infantil.
Los
objetivos de los periodos de adaptación
son los siguientes: que el niño aprenda a convivir con un adulto que no sea su
figura de apego o sus familiares más directos ( su madre, su padre, hermanos,
abuelos , entre otros). También se busca que el niño adquiera una cierta
autonomía y que no dependa ni de su profesor/a en el aula ni de sus padres en
el entorno familiar y que aprenda a ser
aceptado por un nuevo grupo social en un ambiente que desconoce y que poco a
poco debe hacerse a él para así sentirse tan seguro como en su propio entorno.
Los niños cuando comienzan este periodo de adaptación en su centro escolar pueden padecer las siguientes
manifestaciones, entre las que destacan: el insomnio, el descontrol de los
esfínteres, trastornos alimenticios, nerviosismo, llanto excesivo. Es
importante tener en cuenta estas manifestaciones para hacer un diagnóstico de
la situación de cada niño. Por lo tanto, el docente debe intervenir lo antes posible para solucionar los
problemas anteriormente citados antes de que comience el curso.
Los
aspectos que el profesor tiene que tener en cuenta para lograr la idónea
integración del niño a su aula son los siguientes: el docente siempre ha de ser
empático, teniendo paciencia con el niño, educándolo en un clima de seguridad.
En cualquier caso el docente deberá respetar los ritmos de adaptación de cada
alumno ya que cada niño presenta diferentes necesidades y capacidades, por lo
que debe ser lo más flexible posible para lograr una adaptación recíproca por
parte del alumno y del profesor.
Como
conclusión a los rasgos más significativos de los periodos de adaptación ya
nombrados anteriormente cabe destacar que estamos a favor de que se empleen en
los centros escolares
para
lograr la integración al ámbito escolar de los niños lo antes posible. También
creemos que es importante que durante este periodo los niños establezcan
relaciones con otros compañeros , aprendan a convivir entre ellos, siempre en
cuando esto suceda en un ambiente de seguridad, armonía, solidaridad, respeto y
tolerancia entre iguales.
En
ámbito general estamos a favor pero sí que es cierto que apreciamos una serie
de dificultades en la puesta en marcha de este periodo como: la falta de
conciliación entre la actividad laboral y las responsabilidades familiares. Un
ejemplo claro lo vemos aquí: por ejemplo si un niño comienza su periodo de
adaptación a las 9:00 h y sus padres comienzan
su jornada laboral antes, esto implica que los padres tengan que recurrir a
otras personas para poder llevar al niño al centro escolar correspondiente.
Normalmente se suele recurrir en estos casos a: abuelos, otros parientes, vecinos
o amigos cercanos a los padres o incluso a una ayuda domestica remunerada habitual o contratada específicamente para
esta finalidad.
Nuestra
opinión tiende a favor con este periodo puesto que con él, es más fácil que los
niños se habitúen a ir al colegio y a no verlo como algo negativo sino como
algo positivo en su vida. También consideramos que es bueno este periodo puesto
que no solo ayuda a los alumnos, sino que también ayuda a los profesores, ya
que mantendrán una relación más cercana y afectiva antes del comienzo del
curso. También ayuda a que los padres se sientan seguros por saber en manos de
quien están sus hijos, siendo conscientes de que las personas que se van a
encargar de ellos son docentes totalmente preparados para afrontar necesidades
o problemas que puedan surgir en sus hijos y que por parte de estos docentes
haya implicación seria que no solo se base en su trabajo sino también de forma
personal
Mari Lola Parra, Psicóloga Infantil, nos habla sobre el proceso de adaptación a las guarderías
Mari Lola Parra, Psicóloga Infantil, nos habla sobre el proceso de adaptación a las guarderías
No comments:
Post a Comment