Como ya sabemos la
creatividad es algo que tenemos desde que somos niños puesto que los niños son
muy imaginativos y creativos. Todo les sorprende, viven cada día como si fuera
algo novedoso para ellos, sienten curiosidad e interés por todo, pero por
desgracia, la ‘’llama de la creatividad’’ es algo que se va apagando.
En muchos casos, en el ámbito
escolar nos sentimos frustrados puesto que para aprender una serie de contenidos
nos limitan al uso del material escolar propuesto por el profesor. ¿Qué
inconvenientes tiene ello? Que desde pequeños nos imponen un único recurso
mediante el cual aprender y eso en parte hace que nuestra creatividad se quede
estancada y que no se desarrolle. ¿Por qué no emplear otros recursos más
creativos?
En un pequeño debate de clase
se han propuesto métodos mediante los cuales se puede fomentar el desarrollo de
la creatividad en clase. Ser creativo no implica dejar de lado la teoría para
realizar actividades con música, manualidades o pintura, que también…ser
creativo puede ser recurrir a otro tipo de actividades que despierte la
curiosidad y el interés en el alumno, por ejemplo hacer una representación
teatral de todos los reyes de la historia de España en la que todos los alumnos
de una clase se implique. De ésta forma, podemos hacer partícipes a los alumnos
de un temario concreto que puede ser poco llevadero haciéndoles ser los propios
protagonistas de la historia. O ¿Por qué no hacer una visita a un río concreto
para que los alumnos se aprendan mejor dónde está ubicado en el mapa de España?
¿No sería mas llevadero, entretenido y enriquecedor?
Desde nuestro punto de vista,
no es necesario que un profesor sea creativo para que el resto de sus alumnos a
los que imparte clase también lo sean. La creatividad va en el interior de cada
persona. Nosotros decidimos si dejar estancada esta magnífica capacidad y
herramienta o potenciarla y desarrollarla lo máximo posible. Los profesores
deberían mostrar un mensaje positivo en los alumnos de que no es malo
equivocarse, que no tengan miedo de arriesgar, porque quien no arriesga no
gana, el límite te lo pones tú.
Por lo que con todo
esto, todos estábamos de acuerdo que no consiste en dejar de estudiar los ríos,
las provincias de España, de Europa, nuestros antepasados históricos, etc. sino
que consiste en dar esos contenidos con métodos diferentes. Es decir, como hemos
dicho, podremos explicar dónde están las provincias utilizando también la
gastronomía, las costumbres, los monumentos más importantes, o utilizando la excusa
de tener familiares en otras ciudades para potenciar el interés de los niños en
conocerlas. También podremos explicar el pasado realizando pequeñas representaciones,
viendo películas, etc. Pero, hay algo muy importante en todo esto, no sólo
consiste en utilizar otros métodos sino que el profesor esté implicado y
motivado en realizar otros métodos. Con esto me refiero, que si es bueno que el
profesor utilice herramientas como la prezi, el PowerPoint, el visionado de
películas…pero, esto no servirá de nada si el profesor se limita a explicar teóricamente
el temario sin buscar potenciar, el interés, la motivación o la creatividad. O,
tampoco tendrá sentido que se realice el visionado de una película si no se va
a saber utilizar este elemento para motivar a los niños y captar su interés a
la vez que lo relaciona con el temario.
Al centrarnos en modificar los
contenidos, surgió una duda, ¿Cómo vamos a conseguir terminar los contenidos a
tiempo para el examen si utilizamos este tipo de técnicas creativas que
requieren una mayor implicación y posiblemente más tiempo para aprender los
contenidos? Con esto, se habló de que si por ejemplo, realizábamos una obra de
teatro para explicar parte del temario y en ella utilizamos la mitad del curso,
será imposible acabar más de la mitad del temario en el tiempo restante. Por lo
que sin ninguna duda, todos nos dimos cuenta que antes de comenzar a modificar
los métodos sería necesario modificar el sistema educativo, y tal vez dejar a
lado, o realizar variaciones en aspectos como pueden ser los exámenes, la PAU,
o diferentes tipos de pruebas que impiden de algún modo este fomento de la
creatividad.
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